Chapter Text
Las noches frías de Moscú eran muy fuertes, para que alguien pudiera moverse a través de la tormenta. Quien lo intentaba podría morir congelado, pero había una silueta que parecía la de un niño que se movía lento tratando de atrasar la tormenta de nieve. Aquel el niño no paraba de moverse a través de la nieve, apenas se podía mover, en un punto iba a caer rendido al frío y así fue.
Cayó rendido a la nieve, trato de no llorar de la impotencia se sentía jodidamente cansado no sabía cuánto tiempo había caminado por hora, le dolía todo el cuerpo ya no podía más así que se soltó a llorar y golpeó la nieve del enojo, el dolor de no poder seguir más lo frustraba demacrado, las lágrimas caí de sus ojos en un punto se cansó de seguir golpeando la nieve, solo se limitó a llorar hasta que es escucho ladrido de perros, asiendo que se intente mover más rápido pudo, pues no quería volver a ese lugar, no lo haría de nuevos, no quería volver a ese horrible lugar llamado
Hogar.
Abrió los ojos, estaba jodidamente cansada, le dolió horriblemente la cabeza, soltó un suspiro pesado y volteó su cabeza, para ver que el reloj marcaba 3:23 am, se sentó en la cama, le dolía mucho la cabeza. Aún trataba de entender qué pasabas con aquellos sueños, soltó un suspiro de dolor. No podía no entender muy bien la situación, como lo odiaba. Se levantó de la cama para salir de su habitación, bajo la escalera para poder salir de la mansión.
La noche era preciosa, era un cielo precioso, tan bello, pero dejó eso atrás. Sus pensamientos lo comían vivo, los sueños eran raros y extraños, pues ha estado soñado con eso por días. Le dolía la cabeza demasiado, ya no lo aguantaba.
— ¿Está bien? - pregunta una voz femenina -
— Saori? Oh, Dios, lo siento, yo, no quise hacerlo, disculpa por eso... no quería despertar a nadie.
Hubo un silencio, vio a su caballero, quien volvió su vista al cielo, un cielo apagado sin vida en ella.
— Hyoga, hasta actuando raro y extraño, me preocupa tu salud y tu bienestar, sabes que puedes contarme todo. Si no confía en tus hermanos, está bien, estoy aquí para ti - habló la diosa, quien se acercó al joven ruso -
— Saori, es que, mira, no sé cómo te lo puedo contar, pero he tenido sueños, sueños, había gente que parecía de la Unión Soviética o algo así… no lo sé, pero era extraño, estaba persiguiendo a alguien, ese sueño siempre se repite una y otra vez ... - Su tono de voz fue apagado, serio, con algo de melancolía, puso su vista ahora en la diosa que se acerca más a él -
La diosa vio los ojos de rubio, estaba triste, podía tomar el dolor de sus ojos, casi como si hubiera llorado noche tras noche. Ella puso su mano en el hombro de su caballero; estaba preocupada por el bienestar de su Santo, no, de su amigo.
— Oh, Hyoga los sueños suelen ser extraños y sin mucho sentido, al menos que no sea un sueño y sea un recuerdo en lo profundo de su ser.
—...
— Hyoga?
— Saori, estoy bien, son solo sueños, sueños estúpidos, puede que haya visto algo que me hizo sonar eso... ya sabes cómo son las películas, exagera mucho algo que no es cierto jajajajaja
— Hyoga...
— Quiero estar solo por un momento, no te preocupes, mucho por mí, es mejor volverlo a la cama
La peli violeta clara soltó un suspiro suave y asintió ligeramente, le vio la espalda a su santo, no sin antes volver a verlo por última vez, y luego entrar a la mansión de su abuelo. Mientras tanto, Hyoga soltó un jadeo pesado, sus manos tumbaron ligeramente, sentía que su corazón salía de su pecho trato y aguantó las ganas de llorar y de querer vomitar.
Se sentía horrible, todo su cuerpo tembló del miedo, trató de calmarse, pero no podía. Era imposible, su cuerpo seguía temblando y terminó llorando. Puedo su vista en la entrada de la mansión Kido vio una figura adulta viendolo fijamente, riéndose de su cara y haciendo una señal que guarde silencio. El rubio se alejó bruscamente, pero cae al suelo, pero se levanta de nuevo y entra a la mansión.
Cierra la puerta para luego tocar su pecho y escucha que su corazón estaba acelerado, su respiración estaba acelerada, sentía que se iba a desmayar otra vez, cerró los ojos, solo esperaba que todo fuera un sueño.